Nadie te hace nada

 Hace algunos años, cuando recién iniciaba el complicado camino de la terapia (este año serán 4)  mi terapeuta me dijo algo que, en ese momento, consideré inconcebible; nadie te hace nada, la gente hace cosas y tú decides cómo reaccionas a ello, o incluso, decides si no reaccionas.

De sobra está decir las horas que invertí para contra argumentar tal premisa ¿de qué hablaba si yo tenía muestras fehacientes de que la gente en mi contexto me hacía cosas? X me mentía, Y me ocultaba cosas, Z, no ponía atención en lo que le decía y una laarga muy larga lista de situaciones que yo afirmaba categóricamente, las personas a mi alrededor, me hacían.

Con el tiempo y la continuidad en mi proceso resultó (como ha resultado con todo lo que he aprendido de mi terapeuta) que si, es cierto, nadie nos hace nada.

La gente con la que nos relacionamos, independientemente del nivel de profundidad de la relación, hace cosas desde sus propias circunstancias, carencias y traumas...porque si, todos tenemos traumas, huellas que han marcado nuestra forma de vincularnos, algunos, buscamos atenderlos y sanarlos a pesar de que ese proceso pueda ser más doloroso; otros, deciden nunca atenderse y sanar...ambas opciones son válidas.

La sustancial diferencia radica en que cuando has elegido el camino de la atención a ti, eres capaz de observar por qué te duele o molesta lo que el otro haga, por qué le pones atención a ciertas actitudes y no a otras, pero lo más importante, entiendes que lo que haga la gente, no tiene que ver contigo, no dice nada de ti y tampoco debes elegirlo si no te funciona.

Es increíble que en tan poquitas palabras se concentre una de las herramientas más benéficas de la inteligencia emocional y aun así sea la más complicada de aprender, entender y ejercer porque ¿a quién le resulta fácil no tomarse personal una mentira, una infidelidad, un rechazo? a nadie...y si dicen que es fácil, están mintiendo.

Por supuesto que es complicadísimo separarnos de lo que la gente hace en una relación con nosotros, por supuesto que todo podríamos tomarlo como una respuesta a lo que somos para esa persona y si, por supuesto que lo que la gente hace dice todo de lo que sienten por nosotros, sin embargo, no dice (ni debería)  decir nada de lo que nosotros realmente somos o sentimos hacia nuestra persona.

Si, hay gente que no tiene ninguna herramienta para manejar sus emociones y terminará haciendo cosas desagradables; si, también hay gente maravillosa que ha encontrado la forma (la que sea) de aprender a gestionar sus emociones y hará cosas maravillosas para nosotros...lo único que habla de uno es la gente, las circunstancias que elegimos, las cosas que nos funcionan, lo que construimos desde la claridad de saber qué queremos pero sobre todo, lo que no queremos...no, no se dice fácil porque para decirlo...escribirlo, hay que entenderlo y llegar a este punto ha sido un camino de sangre, sudor y lágrimas...lo ha valido todo...se los recomiendo.

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