Para toda la vida

Si algo he aprendido últimamente, es lo restrictivos que pueden ser los absolutos. El siempre, los nunca, quitan más oportunidades de las que aportan, incluso acortan el espacio para cambiar de opinión, evolucionar, crecer.
Sin embargo, estoy convencida que si podemos querer para toda la vida…los afectos son, al menos para mí, algo permanente a pesar de lo cambiantes que pueden ser.
No, no es una contradicción, me explico.
El amor (de pareja, entre amigos, con familia) cuando es real, nunca deja de existir, no muere, sólo cambia igual que nosotros  cambiamos con las circunstancias que  enfrentamos día a día.
nuestros vínculos afectivos  se modifican  conforme vamos creciendo o aprendiendo, pero si el sentimiento es puro, permanece.
Si bien  es cierto, no toda la gente con la que creamos un vínculo está destinada a permanecer, si hay a quienes no soltamos a pesar de los cambios, del tiempo o incluso de las rupturas…esa gente, es para toda la vida y si al día de hoy ya tienen al menos, a una, ya ganaron.

De lágrima fácil

¿Les pasa que andan de lágrima fácil?
La expresión se refiere a que andamos sensibles, algunas personas para minimizar la sensibilidad de otros dicen que significa que “lloras por todo.”
Hasta hace poco yo la entendía con esa última acepción. Nada más alejado de mi realidad.
Con no poca dificultad, he aceptado que soy de lágrima fácil y disfruto mucho serlo, significa que estoy en contacto con mis emociones, que las vivo y las atiendo.
Estos días he andado así, triste, conmovida, asombrada…y realmente feliz.
Si a ustedes tampoco les hace mucho sentido en primera instancia esa mezcla de emociones, créanme  que no son los únicos.
Tenemos arraigada la idea de que sólo podemos tener una emoción a la vez, o estás triste o feliz, enojado, etc. Y que alguna de esas, debe determinar (como si fuera un absoluto) nuestro estado de ánimo global.
Después de algunos años en terapia he aprendido que no, no somos blanco y negro, podemos tener diversas emociones al mismo tiempo y si las atendemos  y acomodamos donde corresponde (sobre todo, en términos de proporción) ninguna de ellas pueden quitarnos nuestra felicidad…esa que (al menos a mí) me ha costado sangre, sudor y lágrimas…porque si, ser feliz me provoca andar con la lágrima fácil.

La audacia

Los humanos en general, van por la vida asombrándose de todo lo que no les gusta como si no fueran ellos, la causa que genera el caos, por e...